Escala en doble sentido. Escala urbana y escala humana. A escala urbana, su diseño quiere expresar los conceptos más importantes y característicos de Peñíscola, como son el agua y el castillo del Papa Luna. Con esta idea, se ha realizado una similitud conceptual de la morfología del castillo, siendo inherente a lo que le rodea. Al carecer de agua que le rodee, se realizará ese símil a la inversa, siendo el agua el castillo y la tierra el mar. A escala humana, para tamizar los edificios que le rodean y que el espacio sea más introvertido se han plantado árboles, respetando los preexistentes. Los accesos al lugar son indiferentes al diseño, pues se aprecia de la misma manera el concepto del espacio desde cada uno de sus lados , como el castillo de Peñíscola.
El espacio interior se ajusta a las trazas de las edificaciones colindantes, sobre la que se van realizando cambios de nivel a modo de graderío, simulando las murallas y las calles del castillo de Peñíscola, formando a su vez espacios de mayores dimensiones para la ubicación de escenarios o espacios para un uso alternativo, simulando las plazas existentes en diversos puntos del casco antiguo de la ciudad amurallada. Cada grada está revestida con cerámica de diferentes acabados, con el fin de acotarlos y diferenciarlos según la configuración espacial y su posible uso a efectos multitudinarios.
Los materiales de revestimiento de pavimentos y bancadas son cerámicos, simulan materiales naturales que encontramos junto al castillo, como arena y piedra caliza de la murallas. Así, se eligió un porcelánico de Urbatek de Porcelanosa, Avenue White Texture 60x60 antideslizante, haciendo un despiece cuidadosamente diseñado que evita pequeñas piezas y potencia circulaciones y graderío.
Por otro lado, los “escenarios” están formados por piezas de cerámica reciclada que simulan listones de madera. Para ello se ha utilizado el modelo Forest Colonial Ant. de 14 x90 cm. de Porcelanosa, con etiquetado ambiental tipo I, siendo piezas sostenibles únicas.
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